¡LA PREGUNTA DE ESTE «TESTIGO DE JEHOVÁ» DEBERÍA SER OTRA!
Su pregunta debería ser:»¿Si el Verbo no se hubiera humillado haciéndose 100 % hombre hubiese podido salvarnos? «
¡SÓLO DIOS HECHO HOMBRE NOS PODÍA SALVAR!
Desde el pecado de Adán, toda la humanidad quedó contaminada y separada de Dios. No había un solo hombre justo que pudiera redimirnos, porque todos nacimos bajo la maldición del pecado:
«Porque todos han pecado y no alcanzan la gloria de Dios… no hay justo ni siquiera uno» (Romanos 3:23, 3:10 – Traduccion del Nuevo Mundo -).
«LA MALDICIÓN ENTRÓ AL MUNDO POR UN HOMBRE»
Por lo tanto, la solución debía venir por otro hombre que pudiera restaurar lo que el primero había perdido. Un hombre debía venir a ocupar el lugar de Adán para que nos devolviera la posición de Adán antes de su caída.
¡SI JESÚS HUBIERA SIDO SÓLO UN HOMBRE! … ¡Pobre humanidad!
De haber sido así, no habría podido salvarnos, porque habría sido parte de la misma humanidad caída. Se necesitaba un Sacrificio perfecto, puro, sin mancha, sin contaminación, ¿y qué hombre podría efectuarlo? ¡Ninguno, sino el Dios hombre!:
«Porque en la tierra no hay ‘NADIE JUSTO’ que siempre haga el bien y nunca peque» (Eclesiastés 7:20 – Traduccion del Nuevo Mundo -).
«EL PECADO DEBÍA PERDONARSE CON JUSTICIA PORQUE DIOS ES JUSTO»
Y el precio debía pagarse con sangre inocente:
«Así es, según la Ley, casi todas las cosas se purifican con sangre, y, si no se derrama sangre, no hay perdón» (Hebreos 9:22 – Traduccion del Nuevo Mundo -).
«DIOS MISMO DEBIÓ TOMAR FORMA HUMANA EN LA PERSONA DE JESÚS»
Dios no envió a un ángel, no creó a otro ser. Él vino personalmente:
«¡Miren! La virgen quedará embarazada y dará a luz un hijo, y lo llamarán Emmanuel», que traducido significa «con nosotros está Dios» (Mateo 1:23 – Traduccion del Nuevo Mundo -).
«JESÚS FUE EL CORDERO DE DIOS QUE TOMÓ NUESTRO LUGAR»
Dios hecho hombre representó a los hombres, y al mismo tiempo fue un sacrificio puro y perfecto. Su sacrificio tuvo el valor infinito para salvar a todo el que cree.
«EL MUNDO NECESITABA UN HOMBRE QUE PAGARA POR EL DAÑO DEL PRIMERO»
«Porque, tal como muchos llegaron a ser pecadores por la desobediencia de un solo hombre (Adán), del mismo modo muchos llegarán a ser justos por la obediencia de una sola persona (Jesús hombre)» (Romanos 5:19 – Traduccion del Nuevo Mundo -).
«Y SU SACRIFICIO PERFECTO ABRIÓ EL CAMINO PARA NUESTRA REDENCIÓN»
No era Dios quien debía morir por el hombre, era otro hombre quien debía ocupar el lugar del primero, el de Adán.
Y el Verbo hecho hombre cumplió la justicia de Dios, pagando la culpa de Adán y mostrando así, Su inmenso amor por toda la humanidad:
«Porque, así como en Adán todos están muriendo, así también en el Cristo todos recibirán vida» (1 Corintio 15:22 – Traduccion del Nuevo Mundo -).
«LA VERDAD QUE TODO TESTIGO DE JEHOVÁ DEBERÍA ENTENDER»
La humanidad necesitaba un hombre que nos otorgara la posición de Adán antes de la caída. El Verbo de Dios se humilló haciéndose hombre, y como tal, tuvo sed, frío, hambre, sentimientos, se entristeció, lloró, fue tentado en todo, y como hombre oró a Dios:
«… ha sido probado como nosotros en todo sentido, pero sin pecado» (Hebreos 4:15 – Traduccion del Nuevo Mundo -).
¡Pobre de nosotros, los hombres, si el Verbo no se hubiese hecho hombre!